VIVENCIAS   DE  FINESTRAT  Y  EL  PUIG  CAMPANA

 

 

 

 

 

RESTAURANTE  FONT  DEL  MOLÍ

Punto de partida al Puig Campana

 

 

    Por su ubicación privilegiada, el restaurante Font del Molí es el lugar ideal para partir hacia el Puig Campana y regresar de nuevo al mismo punto, pues la mayoría de sus recorridos acaban o empiezan aquí mismo, a escasos 10 mts. de la Font (fuente), de la que manan aguas cristalinas para llenar nuestras cantimploras o botellas.

    En los alrededores tenemos aparcamientos para dejar los vehículos con tranquilidad.

    Éste es el restaurante de referencia de la zona, con especialidades  en carnes, pescados, y toda clase de arroces, comidas típicas del pueblo, etc…

 

    También dispone de apartamentos recién reformados con vistas panorámicas al Puig Campana y al mar Mediterráneo. Sus dueños conocen como pocos estas montañas y pueden informarnos sobre las rutas o lugares de interés. Aquí también encontraremos folletos de senderismo y el libro del Puig Campana. Todo ello bajo la batuta del restaurador gastronómico de la zona, Vicent M. Sellés, dueño del restaurante.

 

   Este establecimiento está ubicado en la Partida Font del Molí, nº 38, C.P. 03509 de Finestrat..

   Telef.: 96 5878411.

 

    Pocos sitios tenemos, a nivel nacional, como estas instalaciones, donde poder olvidarnos del coche, hacer actividades, volver al punto de salida, dormir por precio razonable y disfrutar de la gastronomía y los buenos consejos sobre esta montaña.

    En resumen, de obligada visita.

 

            La primera vez que visité Finestrat fue a principios de 1.970, con compañeros de la Unión Excursionista de Elche, según consta en los archivos que sabiamente conserva el Club desde su fundación, en 1.960. En los llamados “partes” queda reflejada cada actividad realizada hasta el día de hoy, constituyendo un magnífico archivo para quien quiera consultar las salidas que a lo largo de estos años hemos efectuado, además de figurar los compañeros, horarios, etc.... Todo un lujo al alcance de pocos clubs. Por ellos, sé a ciencia cierta la fecha exacta de mi primera visita al Puig CAMPANA, al  PUIG, llamado así por la gente de Finestrat.

 

Ni remotamente podía imaginar en aquellos años que acabaría escalando y abriendo vías en esta magnífica montaña, símbolo de La Marina Baixa, como tan acertadamente dice el tópico. Acompañado de mi amigo Pascual subí la Normal, y ahí empezó mi obsesión por estas paredes en todas sus vertientes. Aún recuerdo el enorme panel de más de 5 mts. que había junto a la Font del Molí, donde estaba expuesto el proyecto de un teleférico que llegaría a la misma cima. Felizmente aquello nunca llegó a realizarse, porque todo hubiera sido diferente si hubiera existido aquel cable kilométrico capaz de subir a cualquier turista hasta la cumbre y tomarse unos refrescos con vistas panorámicas incluidas. Afortunadamente de aquel cartel nunca más se supo, y con las primeras elecciones democráticas quedó definitivamente enterrado el tema.

 

            Como anécdota puedo contar que asistí a una de las primeras reuniones del Ayuntamiento de Finestrat (entonces no existían las actuales instalaciones), cuando con mi amigo Chorro estábamos en el bar de Miguel Llorca. Siempre íbamos al bar, pero no sabíamos que su dueño era el alcalde, así que un día que estábamos en la planta de arriba comiendo unos bocadillos (los servía Miguel), en la mesa de al lado se sentaron varios concejales y en ese momento nos enteramos que nuestro amigo-barman Miguel era el alcalde del pueblo.

 

 

En general he tenido la suerte de conocer el PUIG cuando había pocas vías abiertas, por lo que siempre estábamos buscando alguna línea nueva, sin importarnos cargar con enormes mochilas y pasar sed “de verdad” en pleno verano. Esta montaña ha sido siempre importante para entrenar y escalar otras paredes, como la Oeste del Naranjo de Bulnes, siendo la primera cordada de País Valenciano que lo conseguía, además, en menos de 6 horas y con botas rígidas, según atestiguan las fotos con el Chorro en la cima del Naranjo con las Kamet, pantalón bávaro y el clásico mar de nubes de Picos de Europa. También nos preparamos en el Campana para el Couloir del Vignemale, el Tozal de Mallo: vías  Las Brujas y Franco-Española, el Espolón Walker en los Grandes Jorasses, etc....

 

            Siempre he vuelto aquí con la misma ilusión de la primera vía que subí o las primeras aperturas de la cara Oeste: La Diada, Julia, etc.. Detrás de cada apertura hay historias que quedan grabadas para siempre en la memoria. De La Diada son de la primera vez que se destrepó el Espolón Central y la vía Normal, pues al acabar la ruta nos animamos a bajar (sin cuerda) 2 largos del E. Central y después toda la Normal desde la repisa o Bancal, algo que nos reportó críticas por lo expuesto de aquella aventura. Pese a ello, volvimos a bajar muchas veces por la Normal, cosa que no recomiendo a quienes no estén habituados a estos menesteres del destrepe en vías largas, aunque sean fáciles.

            Otras anécdotas están relacionadas con la denominación de las vías: Diedros (evidente), o nombres de alguna novia o amiga: Julia, Josefa, Noelia, Bárbara ..., con rutas difíciles y grandes amigos: Jaime Ferrández , Chema, Ramón Moltó (ya fallecido), Nacho , Molina, … Con el paso de los años y según iban dejando la escalada he tenido que cambiar de compañeros, así van surgiendo nuevas vías con Ramón Pagán en la Oeste: Pinet, Dúo Dinámico, Mediterráneo ... También con Alejandro, nieto del pionero de la escalada d’Elx, el amigo Manolo Jaén, inventor como su abuelo de muchos artilugios: clavos, mangos, plomos, …

 

A lo largo de estos años he conocido a grandes escaladores en el PUIG, como los Hermanos Gallego, que abren vías interesantes, como la Europa, el Espolón Pepsi, el Diedro Gallego, y sobre todo los Diedros Mágicos, una magnífica ruta, de lo mejor de aquí, que fuimos a “abrir” Jesús Ruiz, Chema y Manolo Pomares un sábado, y la habían acabado el día antes, el viernes. Aquel día nos bajamos del primer largo por el enorme disgusto de la frustrada apertura, pero 7 días más tarde la escalamos, en lo que puede ser la primera repetición de los Mágicos. Aún así, felicito a los Gallegos por esta vía con mayúsculas, a pesar del disgusto.

 

            También conocí a Pep Camarena abriendo la Elegant, Gaffe y la Directa, compartiendo algunas escaladas en el PUIG, como la repetición de La Diada, con dibujo y graduación de Camarena, que murió más tarde en Galayos con varios compañeros, a consecuencia de un alud. Recuerdo la 1ª vía de la cara Oeste a cargo de Rafael Botella, Juan Montesinos, F. Piñol y A. Peñalver, en 1.973, tras varios intentos y algún descenso épico en rápel, cerca de la cima.

 

Por ello valoro mucho personalmente la apertura de la Chorro-Pomares (3ª de la Oeste), la primera que se abrió en el día: 10 horas de escalada para 21 largos, con sólo 16 años del Chorro (es de justicia destacar la edad que él tenía entonces y el material de la época, sin pies de gato ni friends). Toda una historia si consideramos la magnitud de la pared y sus casi 800 m. de  recorrido (200 más que la Montesinos-Botella), y lo complejo que resultaría cualquier retirada o accidente en la Oeste del PUIG.

Unos años más tarde, y también con el Chorro, conseguimos la Entorns, la vía considerada actualmente como la clásica de la Oeste.

 

            Y con el paso del tiempo iban aumentando las rutas. La evolución de la escalada deportiva parece fagocitar cualquier otra modalidad del montañismo, también aquí, de la mano de escaladores ingleses. Así empiezan a verse los primeros parabolts y equipamientos desde arriba en los Sectores Julia, Central, y sobre todo, en La Aguja Encantada, donde se llegan a equipar vías de 7b (Corazón en la Roca ), al igual que diversos inventos, como el ecobolt, E.N.P., etc..., que aún son fuente de polémicas, por no estar comprendidos estos sistemas, al menos en una montaña en la que disponemos de un terreno de aventura idóneo para la escalada clásica con friends y clavos, como queda reflejado en el resto de vías del PUIG.

 

            Recientemente reequipamos las reuniones del Espolón Central con 2 parabolts, pero sin meter ninguno entre largos. Por cierto, últimamente (años 2.003/04) han sido sustraídos no menos de 10 clavos del Esp. Central, que poca utilidad les reportará a los autores de este hurto, mientras que en la pared eran la referencia para seguir el recorrido, porque no todos conocemos  la vía clásica (u otras vías) y flaco favor le hacen a quienes vienen desde otras comunidades o países a escalar en el Campana si  quitan los clavos para obligar a utilizar los friends. Podrían dar ejemplo y ellos mismos no asegurarse ni en clavos, reuniones,.... pero dejando que los demás elijan su propia opción, utilizar clavos o no.

 

            Al hilo de las sustracciones, recuerdo cuando después de escalar la Cleptomanía y superar por primera vez en el PUIG pasos de 6b+, nos habían robado del 850 que habíamos aparcado donde hoy están ubicadas las barbacoas en La Font, unas 20 cintas, cuerda, etc.... De ahí viene el nombre de la vía, y del ahora Sector Cleptomanía.

           

Las más de 40 aperturas que he tenido la suerte de compartir en el PUIG no son una exageración, si consideramos el tiempo que hace que vengo visitándolo y la cantidad de  veces que escalo aquí cada año.  Hay quienes han subido a la cima más de 100 veces (conozco a varios) en estas tres décadas que hace que venimos al  Campana.

 

            En 2.004, en Junio y Julio, subimos el Espolón Central con amigos de Peñalara, la Porc Senglarcon Juanjo, y el Espolón de Finestrat, con José, Soriano y el “Mecha”, que subían por primera vez esta vía y la Aguja Encantada. En 2.005 volví a escalar las rutas más interesantes de la Sur: Diada, 6b (abrimos otra variante de 6c+),  Danza, Viaje en el Tiempo, Diedros Mágicos y una última apertura en la Aguja Encantada (cara Sur): La Mecha-Pomares,  6b+, de 300 m. Estas vías las subí con mi amigo El Mecha en pleno verano de ese año.

 

 

            Entre 2.006/2.007 he tenido la suerte de compartir las últimas aventuras y escaladas en general con amigos como el Goku e Inma (primera chica de Elche en subir la Entorns, hecho meritorio después de 23 años de su apertura, sin que ninguna lo hubiera conseguido, aparte de sus otras escaladas en Pirineos), Juanjo, Feli, Rafa Poveda, Ángel Cerrillo y Ovidiu. Con estos tres últimos y la colaboración de Torremocha, hemos conseguido 2 nuevas rutas en la Cara Oeste, con la novedad de escalar “acompañados” de la máquina, bolts y demás artilugios modernos para dejar las reuniones y los pasos clave equipados como Dios manda.

            Las dos son de mucho nivel, una de 400 m. de 6b+ y 6c y la Noi de 1.000, que se dice pronto, la vía más larga del País Valenciano. Pocas (si existen) superan en España a estas kilométricas vías.

 

            Esto sólo se consigue en compañía de excelentes, audaces y sacrificados escaladores, como el rumano Ovidiu, Rafa y sobre todo el joven Ángel, que ha irrumpido con fuerza en este tipo a aventuras. Desde la óptica que dan los años escalando y conociendo a varias generaciones, debo decir que Ángel estaría en los primeros puestos de todos cuantos han escalado, en ilusión, compañerismo y “echarle cojones”, como dice Ovidio, para abrir vías, pasar tramos de alta exposición … Gracias a ellos hemos logrado dos nuevas líneas excepcionales que a buen seguro ganarán en fama y prestigio según se vayan sucediendo las repeticiones. Estos retos contrasten con la opinión de los que piensan que no queda nada por abrir.

 

En estos recientes viajes nos ha acompañado mi compañera Bárbara, subiendo varias veces en solitario a la cima del Puig (y las que le quedan) y esperándonos varias horas en más de una ocasión, dada la magnitud de los 28 largos de la Noi. A nivel personal supone una alegría “afegida” que Bárbara se haya animado a subir a la montaña con más desnivel que tenemos (más de 1.000 m.), circunstancia que ni ella se hubiera creído hasta hace bien poco, aunque conociera Finestrat y haya estado viniendo regularmente desde principios de los 80. Un logro personal, en gran medida propiciado por la apertura de la Noi, sobre todo  para alguien que hasta no hace mucho salía a la sierra de forma ocasional. Ciertamente, pocas son las senderistas que suben solas a una cima como ésta.

Ella ha completado el equipo con el que he contado para conseguir estas magníficas vías.

Con Rafa, Ovidio, Ángel y Bárbara todo ha sido más sencillo, y a poco que pusiera de mi parte, el éxito estaba asegurado. Las nuevas vías son, a mi juicio, las mejores de todo el macizo.

 

 

Aún nos quedan muchas más escaladas a “nuestro PUIG”, testigo de la evolución que hemos vivido alrededor de este icono del montañismo y de la escalada, a nivel histórico la más importante sin duda la llegada de la democracia tras la muerte del dictador en 1.975. Otros son cambios más generales o sociales, como el que ahora todos tenemos coche y venimos sin tener que utilizar los autobuses hasta Villajoyosa y subir andando hasta Finestrat, con mochilón de 15/20 kg. a la espalda, y lo hicimos muchas veces.

Otros aspectos, dada la precaria economía de la mayoría de la población en aquellos años, también han sido importantes, como la evolución del material, sobre todo cuando conseguimos los primeros pies de gato, en 1.979. Al menos en Elche nadie conocía estos “inventos”. Posteriormente conocimos los friends, que no tenían nada que ver con los actuales, mucho mejores y de todos los tamaños, igual que los fisureros, clavos, etc...

 

            La misma población de Finestrat ha ido evolucionando sin perder nunca el encanto de sus estrechas calles en la zona centro, ni la relación con quienes visitamos esta emblemática y bella localidad, que tiene su prolongación en la Cala de Finestrat, a 6 Km. del casco urbano, haciendo bueno el eslogan de “ Finestrat, mar y montaña ”. Precisamente, de Finestrat son mis amigos Paco y Sebastià  “Torrero”, incansables investigadores de todo lo relacionado con el PUIG, descubridores de la actual senda circular y de la subida por la cara Norte, dos senderos rescatados después de preguntar y andar muchos años por tramos que habían desaparecido entre malezas.

 

 

 

            Agradezco de manera general a todos los que han compartido alguna ascensión a la cumbre o escalado conmigo durante este tiempo, que han sido muchos amigos, y espero poder compartir muchas más escaladas en el PUIG CAMPANA en  años venideros. Aún nos quedan nuevas aventuras y sectores por explorar, disfrutando con el inigualable paisaje de Finestrat y  su hospitalaria población.